Desde los días que dejé la secundaria, por el año 77, el desarrollo del pensamiento geométrico viene pasando por una profunda depresión en nuestra enseñanza matemática inicial, primaria y secundaria. Era para mi toda una aventura demostrar paso por paso un teorema y el que más recuerdo de aquella época, es el de la circunferencia de los nueve puntos de Euler, y aunque no era el mejor de la clase, me gustaba hacer mis trazos y ligar razonamientos en una secuencia tal que había que construir un andamiaje de razones para llegar al lqqd. Tan sólo aquella actividad, nos hacia realmente utilizar muchos recursos de sustentación para demostrar un razonamiento, que nos hacían realmente disfrutar de la geometría.
Nunca examiné profundamente los Elementos de Euclides, pero mis profesores me llevaron a razonar sobre algo mucho más básico y profundo que es la forma física, la exploración del espacio físico en que vivimos.
En estos días, basta con ojear los libros de texto para darnos cuenta de una total perdida de la secuencia del razonamiento, se enseña y se da la relación pitagórica como una fórmula sin más ni más que se debe memorizar, algo nefasto para el pensamiento geométrico, siempre de la mano con una mala interpretación de los análisis, se fueron así por un agujero, el pensamiento geométrico y la intuición espacial y no es que este reclamando por la rigurosidad de la geometría axiomática, quiero evitar llegar a los extremos, sino que se dejó de tener en cuenta el componente lúdico el juego matemático, paradójicamente los docentes hoy no permiten jugar a quienes más les gusta, a los niños del nivel inicial, primaria y secundaria.
Probablemente se hace necesaria una orientación sana a los docentes de hoy, sobre algunos principios sobre los cuales se podría construir conocimientos intuitivos que faciliten el levantamiento de desarrollos y relaciones geométricas interesantes sobre la base de la geometría métrica clásica, tan bella como profunda.
Nunca examiné profundamente los Elementos de Euclides, pero mis profesores me llevaron a razonar sobre algo mucho más básico y profundo que es la forma física, la exploración del espacio físico en que vivimos.
En estos días, basta con ojear los libros de texto para darnos cuenta de una total perdida de la secuencia del razonamiento, se enseña y se da la relación pitagórica como una fórmula sin más ni más que se debe memorizar, algo nefasto para el pensamiento geométrico, siempre de la mano con una mala interpretación de los análisis, se fueron así por un agujero, el pensamiento geométrico y la intuición espacial y no es que este reclamando por la rigurosidad de la geometría axiomática, quiero evitar llegar a los extremos, sino que se dejó de tener en cuenta el componente lúdico el juego matemático, paradójicamente los docentes hoy no permiten jugar a quienes más les gusta, a los niños del nivel inicial, primaria y secundaria.
Probablemente se hace necesaria una orientación sana a los docentes de hoy, sobre algunos principios sobre los cuales se podría construir conocimientos intuitivos que faciliten el levantamiento de desarrollos y relaciones geométricas interesantes sobre la base de la geometría métrica clásica, tan bella como profunda.
En la foto: Construccion para demostrar la existencia de una diagonal en el exaedro
Colegio Nuestra Señora de la Paz - Magdalena
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